Pros y contras de emplear Z-Wave
Ya conocemos las principales ventajas de domotizar con tecnología inalámbrica Z-Wave: Que no tenemos que tirar cables y que los módulos se comunican entre ellos de forma bidireccional formando una red mallada.
Otra de las grandes ventajas del sistema Z-Wave son las asociaciones directas entre módulos. Por ejemplo, si queremos que se encienda la luz del garaje cada vez que subimos el portón, la asociación directa entre módulos hace que se pueda prescindir del Controlador central. De hecho puede apagarse y no se notará.
Esto supone otra ventaja añadida: nos evita crear nuevas escenas en el Controlador, con lo cual le “quitamos trabajo” y tenemos una latencia más baja para el resto de tareas.
El inconveniente es que solo admiten un parámetro en la acción que lo desencadena. En el ejemplo anterior la luz del garaje se encenderá siempre que subamos el portón, aunque entre suficiente luz exterior porque es de día. Las asociaciones directas tienen esta desventaja frente a la creación de una escena en el Controlador en la que si se abre el portón y es de día no se enciende la luz.
Esto puede resolverse empleando un módulo multisensor que permita parámetros de configuración. Por ejemplo configurándolo para que solo detecte el movimiento del portón cuando es de noche. Y de paso configurar cuanto tiempo ha de permanecer encendida la luz desde que deja de percibir movimiento.
Seguro que se te ocurren más ejemplos. ¿Quieres compartirlos con nosotros?